“Los hábitos pueden ser o el mejor de los sirvientes o el peor de los amos”
Aunque no seamos conscientes, todos tenemos una serie de hábitos que repetimos de forma casi automática. Todos ellos influyen en nuestra vida cotidiana y pueden hacer que nos sintamos de un humor diferente o que incluso seamos personas diferentes en nuestro entorno.
1. Madrugar
No es una de las acciones más apetecibles que hay pero es una realidad. Uno de los mejores hábitos para mejorar la productividad es madrugar ya que es la mejor manera de aprovechar el día y sobre todo de ir cogiendo energía para tener un momento en el día en el que derrochar toda la energía en una actividad. Mejorar la productividad desde primera hora es la mejor opción para tener un día de provecho.
2. Desayunar correctamente
La alimentación es otro de los factores que influyen para poder mejorar la productividad. La primera comida del día es de las más importantes y es la que nos va a ayudara tener energía durante la mañana. Está demostrado que el momento del día con mayor carga de trabajo es la mañana, por ello, debemos tener energía suficiente para afrontarla y no es suficiente con un simple café.
3. Hacer ejercicio
El ejercicio ayuda a la liberación de endorfinas, hormonas de la felicidad y que nos dan ese plus de energía que precisamos en la jornada laboral. Además, mientras hacemos ejercicio solo estamos centrados en esa actividad, en nada más, lo que nos ayuda a desconectar. Para mejorar la productividad es necesario también tener momentos en el día para nosotros mismos. El cerebro también necesita descansar y sus momentos de esparcimiento para estar al 100% de rendimiento.
4. Tener una agenda controlada
Uno de los hábitos más importantes para mejorar la productividad es tener controlados los tiempos y nuestra agenda. Tener un horario planificado sobre las actividades de la semana. El desorden solo va a generar que perdamos tiempo en actividades que no lo requieran y que luego nos falte en aquellas que si precisan de nuestro tiempo.
5. No dejar trabajo a medias
Las personas productivas saben que dejar trabajo sin terminar solo implica que hay que retomarlo en algún otro momento en vez de empezar algo nuevo. Mejorar la productividad implica hacer un buen trabajo y además ser una persona que no deja tareas a medias.
6. Reducir las interrupciones
Whatsapp, email, teléfono, Facebook… distracciones que nos alejan de nuestro trabajo y que influyen en nuestro nivel de concentración. Cuando estamos trabajando es mejor tener lejos el móvil, una gran tentación que nos puede quitar horas de trabajo hecho y convertirse en tiempo perdido de nuestra jornada. El email es un asunto difícil. La mejor solución es marcarse unos tiempos determinados para revisar el correo en lugar de estar constantemente comprobando nuestra bandeja de entrada. En cuanto al uso de Facebook y otras redes sociales mientras estamos trabajando, muchos trabajadores aseguran que ayuda a desconectar durante un momento y luego recuperar el trabajo con más ganas. Pero la única realidad es que ralentiza el ritmo de trabajo. Para mejorar la productividad lo mejor es mantenerse alejado de las distracciones.
7. Dejar lo menos importante para el final
Debemos priorizar en nuestro trabajo. No todos los encargos tienen la misma importancia. Por ello, debemos realizar aquellos trabajos que exigen mayor concentración y más importancia para las primera horas del día y para aquellos trabajos de menor importancia y que se realizan de una forma más automática para las últimas horas. Mejorar la productividad también es una forma de saber aprovechar nuestro desempeño. Los momentos en los que tenemos más energía para los trabajos importantes y los momentos en los que tenemos menos energía para trabajos que menor concentración requieren.